DECLARACIÓN FINAL
II FORO POR LA PAZ DE COLOMBIA
Montevideo, Junio 7 de 2015
“Con tu puedo y
con mi quiero
Vamos juntos compañero”.
Mario Benedetti.
Reunidos en el II Foro por la Paz de Colombia: 120 organizaciones y
movimientos sociales y políticos, más de 800 ciudanados/as latinoamericanos/as,
exiliados/as de la hermana Colombia, académicos/as e intelectuales, artistas,
parlamentarios/as, luchadores/as sociales y populares, trabajadores/as urbanos,
campesinos/as, indígenas, afrodescendientes, mujeres, comunidad LGBTI, jóvenes
y estudiantes, de Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Chile, México,Paraguay,
País Vasco, Uruguay y Venezuela, declaramos unanimemente nuestro compromiso con
la vida y la democracia, valores que esperamos superen los desastres de la
guerra y la muerte.
En cumplimiento de este ideario expresado también en las bases
constitutivas de la Unasur y la Celac, que defienden la paz como imperativo
ético, con el cual se pretende avanzar en la integración regional,
constituyendo a Latinoamerica como una región de paz, democrática y con
justicia social, declaramos:
·
Que nos encontramos en
Montevideo una diversidad de pensamientos y de proyectos colectivos en un
ambiente solidario, reflexivo, esperanzador y deliberativo en la búsqueda de la
paz con justicia social para Colombia y de todo nuestro continente; abrazados
por el pueblo uruguayo y sus más representativas expresiones organizativas,
quienes nos han permitido pisar las calles que tienen grabadas las huellas
inborrables del General Artigas, Benedetti, Galeano, Liber Arce y de todo el
heróico pueblo uruguayo; haciendonos sentir con todas las fuerzas, los vientos
de cambio de época y las voces por independencia que recorren todos los
territorios de Nuestra América.
·
Que estamos convencidos del
triunfo de los procesos sociales y políticos anti-neoliberales que recorren
todo nuesto continente, que vienen marchando con obstáculos, pero sin pausa, permitiendo
el comienzo del fin del bloqueo impuesto por Estados Unidos contra la mayor de
las Antillas, nuestra querida República de Cuba. Al tiempo que manifestamos
nuestro rotundo rechazo a toda la estrategia de desestabilización del legítimo
gobierno de la hermana República Bolivariana de Venezuela y particularmente del
decreto Obama. Reivindicamos sin
titubeos que las Malvinas son Argentinas y de nuestra américa. En general, nos
oponemos a toda forma de intervención militarista en cualquier país de
Latinoamérica, por lo cual exigimos la abolición de las bases militares estadounidenses
y europeas en la región, puntas de lanza contra la soberanía de Colombia,
Paraguay, Honduras, Argentina y toda Nuestra América.
·
Que para transitar hacía un
continente libre del militarismo, debe ser superado el largo conflicto social y
armado colombiano, que ha dejado millones de víctimas, hombres y mujeres en
situación de desplazamiento forzado, desaparecidos/as, asesinados/as, exiliados/as,
prisioneros/as políticos/as. Para lo cual es necesario el desmonte real de los
grupos paramilitares y los obstaculos militaristas que constituyen uno de los
principales obstaculos para la implementación de los posibles acuerdos de paz.
·
La sociedad colombiana tiene en
el proceso de paz una oportunidad histórica para concretar su voluntad de justicia
social, democracia y soberanía, con las cuales, las generaciones venideras
podrán crecer, expresarse libremente y vivir dignamente.
·
Por ello, respaldamos
totalmente los diálogos de paz que se realizan en La Habana entre el gobierno dirigido
por el presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia-FARC-EP, entendiendo que existe la voluntad popular de Colombia y
Nuestra América para lograrlo.
·
En este sentido entendemos que
para lograr una paz estable y duradera, también es necesaria la apertura del
diálogo efectivo con las insurgencias armadas del Ejército de Liberación Nacional-ELN
y el Ejército Popular de Liberación-EPL.
·
Respaldamos la declaración de
los paises garantes del proceso de paz: Noruega y Cuba, en el cual afirman la
necesidad de un inmediato cese bilateral al fuego, permitiendo que el diálogo y la palabra primen
sobre el estruendoso ruido de la guerra. Esto generará un ambiente de confianza
para que la sociedad colombiana y las partes se dirijan con más fuerza hacía un
acuerdo de paz estable y duradero.
·
En consecuencia, entendemos que
el único camino posible es la unidad del pueblo colombiano. Con alegría
reconocemos y saludamos los avances y acumulados en iniciativas como el Frente
Amplio por la Paz con justicia social, la Cumbre Agraria: campesina, étnica y
popular, y otros procesos de convergencias; para éstas y para todo el pueblo
colombiano, pedimos el respeto por sus derechos humanos y la acción plena del
ejercicio político, sin que sean intimidados/as, judicializados/as o
amenazados/as.
·
Solicitamos garantías políticas
y humanitarias para las elecciones locales y departamentales en octubre de
2015, frente a lo cual esperamos contribuir en la construcción de una misión de
observación electoral que acompañe diferentes regiones del país.
·
En este sentido también
solicitamos la suspensión de las detenciones arbitrarias a dirigentes sociales,
los montajes judiciales, la criminalización de la protesta social. Proponemos
una vez más una visita de observación sobre la situación de los/as
prisioneros/as políticos/as, para contribuir a la garantía de condiciones
dignas en las cárceles de Colombia. Pero sobre todo somos solidarios son la
exigencia de libertad para los casi 10.000 prisioneros/as políticos/as en ese
país.
·
Que recibimos con esperanza la
realización del I Foro Parlamentario por la Paz de Colombia, el que permitió la
constitución de la red de parlamentarios/as por la paz de Colombia.
En coherencia con todo lo anterior, proponemos crear diversas redes
de trabajadores/as, de comunidades agrarias (campesinas y étnicas), de
defensores/as de derechos humanos, de jóvenes y estudiantes, de artistas e
intelectuales y de mujeres. Desde las cuales asumamos la difusión y
acompañamiento a la lucha por la paz con justicia social en Colombia;
organicemos visitas de solidaridad a Colombia; coordinemos encuentros y foros
por sectores; asumamos la Campaña “Yo te nombro Libertad” y otras campañas que
fortalezcan y dinamicen esas luchas.
Así mismo, asumimos la revisión cuidadosa de todas las propuestas
realizadas a lo largo de este II Foro por la paz de Colombia para que podamos
materializarlas. Nos comprometemos en la conformación de una delegación que
lleve las conclusiones de este Foro a la mesa de diálogos en la Habana. Y,
finalmente, nos comprometemos, desde ahora, en la organización y participación
de una tercera versión de este Foro.
Somos todos y todas Colombia, estamos en el camino de la unidad
Latinoamericana continuando la tradición, artiguista, san martiniana, martiana
y bolivariana. Somos más, ahora sí la paz de Colombia con justicia social,
democracia y soberanía, por una Latinoamérica libre de militarismo y donde se
respeten efectivamente los derechos humanos.
Vamos juntos compañeros y compañeras.
La sociedad colombiana tiene en el proceso de paz una oportunidad histórica para concretar su voluntad de justicia socialy de colpensiones historia laboral, democracia y soberanía, con las cuales, las generaciones venideras podrán crecer, expresarse libremente y vivir dignamente, es por ello se respaldan totalmente los tratads de paz que se realicen en colombia
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